Uff, hace casi un mes decidí volver a poner entradas en este blog, para no variar problemas y más problemas han hecho que tarde algo más de lo que deseaba pero por fín estoy aquí.
Tengo muchas muchas cosas atrasadas, esta tarta que voy a poner aquí es de diciembre del año pasado, hasta ahí llega mi retraso.
Como he contado varias veces mis compañeros de trabajo descubrieron mi aficion al fondant y desde entonces cuando quieren una tarta más especial siempre se acuerdan de mí.
En esta ocasión se celebraba el cumpleaños de Gabriel, hijo de una compañera de trabajo. A Gabriel le gusta el tenis y le encanta jugar con su perra Tula así que ya tenía claro el tema. Su madre me trajo la raqueta que usaba en sus clases para que yo la fotografiase y me envió imágenes de su perra.
La tarta quedó enorme, le tuve que hacer el mango a la raqueta un poco más corto porque la base se quedaba pequeña. Costaba bastante trabajo manipularla y montarme en el coche para llevarla a la casa fue una verdadera odisea, pero al final fue posible.
Los sabores de la tarta eran algo diferentes a lo que estoy acostumbrada a hacer, por fin un niño al que no le gusta el chocolate normal. La tarta lleva cuatro capas de bizcocho de limón relleno de ganaché de chocolate blanco, crema París y lemon crud. Como pegamento usé ganaché de chocolate blanco.
La perrita la modelé en porcelana fría porque imaginaba que no querría comérsela sino conservarla. Para poner la edad del cumpleañero hice media pelota de tenis con RKT y la forré con fondant.
Las fotos para no variar de pena. No se aprecian bien los colores ni los detalles de la raqueta, se ven demasiados brillos en la perra, no se nota el "efecto pelo". En vivo y en directo la tarta quedó mucho más bonita que lo que se puede apreciar en las cutrefotos que hago.
Cuando llevé la tarta a casa de Gabriel y él la vio recuerdo que le dijo a su madre, mamá esta tarta no se corta eh? ahora vas tú y comprarso otra para comerla vale?. Además cuando la miró bien dijo ¿ y qué hace Tula aquí?. Me encantó verle la cara a Gabriel, como siempre digo es un momento estupendo ver la ilusión que pueden hacer este tipo de tartas.
Después de las vacaciones de Navidad la mamá de Gabriel me dijo que la tarta fue un éxito. Normalmente en un cumpleaños cuando la tarta es tan grande suele sobrar pero en esta ocasión me dijo que no quedó nada de nada. Parece que no sólo gustó la decoración de la tarta sino también el sabor.
Bueno, ahora que ya he vuelto necesitaré un poco de tiempo para ponerme al día con vuestros blogs y pasarme por los foros.
Muchas gracias por estar ahí al otro lado de la pantalla.
Encarni