El día 1 de enero es, sí!!!!!!!!!!, el cumpleaños de otro de mis sobrinos, el mayor, 24 años ya, como lo conozco muy bien le dije que no le haría tarta, que él era ya muy mayor ( qué mala que soy) y era muy mala fecha para hacer una tarta.
Preparamos la tarta a sus espaldas. Él es un aficionado a la caza, así que queríamos que ese fuese el tema, modelé en porcelana el cazador, la escopeta que a él le gustaba, montones de conejitos y su acompañante en todas las cacerías, su perro. Preguntamos a sus compañeros cómo se llamaba el lugar donde van a cazar para ponerlo en la tarta, vamos, que queríamos que estuviese totalmente personalizada.
Me encantaría que pudiérais ver la cara que puso cuando vio su tarta, no tenía ni idea el pobre, era la cara de sorpresa de un niño pequeño, ha sido creo la tarta que al entregarla ha causado más sensación al homenajeado, miraba el perro y decía, pero si tiene la misma cara que mi perro, hasta sus mismas manchas, su reacción al ver su sorpresa fue un regalo para mí.
Guardó los muñequitos y lo llevó a sus compañeros de cacería para que vieran la sorpresa que le habíamos preparado.
Felicidades José, te mereces esta sorpresa y mucho más.
Nota: Con las prisas por dársela no saqué fotos de los detallitos, la próxima vez que vaya a su casa la sacaré de la estantería y las haré.
0 comentarios:
Publicar un comentario