La idea me encantó, me pierden las tartas infantiles y Mickey es un clásico con el que yo crecí así que genial!!
Al llegar a casa ya pensando, como siempre dado vueltitas a la cabeza y .. que no me gusta hacer dos tartas exactamente iguales, es como si trabajase en serie y perdiesen el encanto de ser únicas así que conservé la idea principal pero me permití pequeños detallitos que la diferenciaran de la de Mickey que ya había hecho.
Mis nervios al entregar esta tarta eran dobles. Uno, la familia del niño es argentina y conocen este tipo de pasteles por lo que tenía que pensar que ya no le sorprenderían tanto , dos, tenía que llevar la tarta a mi trabajo porque la hora de entrega era por la mañana por lo que tuve que retrasar mi descanso de media mañana .
Resolví todo lo mejor que pude, bizcocho de melocotón expresamente pedido por el papá, relleno de dulce de leche casero haciendo un guiño a la familia paterna y crema de vainilla, almíbar de melocotón y cubierto también de crema de vainilla porque a Lucas no le gusta el chocolate, con eso tenía listo parte del asunto. El llevarlo a mi trabajo quizás sea una tontería que sé que debo remediar pero me daba ufff.. aunque Pepi y Alfonso disfrutaron enseñándolo a mis compañeros, sí, aunque parezca mentira llevo mucho tiempo haciendo estas tartas ymuchísimo más trabajando en el mismo sitio y aún casi nadie lo sabía hasta entonces, ya todos conocen mi hobby y... ya no tengo esa vergüenza con ellos, eso salgo ganando. Todo resuelto entonces!!
Pues así quedó la tarta de Lucas, espero que la disfrutara con la familia y con su hermano y no discutieran por ver quién se comía cada parte de Mickey.
Madelva, muchísimas gracias por acordarte de mí.

Encarni